
La Maratón Solidaria no tuvo que sacrificar ni una cabeza de ganado ni promover la gula para atraer a la gente que quería colaborar. Tampoco gastó millones en una solicitud para el Guinnes, con el objetivo de romper algún récord. No tuvo que vender espejitos a nadie para lograr su meta. Los organizadores apuntaron directo al corazón de las personas, dando a conocer testimonios de chicos con alguna discapacidady así ganaron. Era imposible no emocionarse con los relatos. Muchos de los protagonistas (la mayoría niños) coincidieron que no existe nada imposible. “La frase prohibida es ‘no puedo’. Mi mamá dice que todo se puede con esfuerzo y dedicación”, decía un niño de 4 años. Verdaderamente motivador.
Me daba piel de gallina ver como los pequeños iban con sus alcancías para colaborar con sus ahorros. Ellos (por los niños de Teletón) necesitan más que nosotros y de corazón le entregamos esta platita”, decía una pareja de hermanos que colaboró con poco más de G. 120 mil. Con mucha emoción observe como una niñita entregaba G. 20 mil, producto de sus ahorros para comprar un juguete. Lo lindo es que estas personitas aprenden a ser solidarios desde temprana edad.
Ni la lluvia pudo contra la ganas de ayudar. El cansancio tampoco pudo contra los presentadores, camarografos y voluntarios, quienes en su mayoría estuvieron de pie casi 24 horas. Se sumaron al evento un gran número de artistas. Un gesto muy noble de parte de ellos. Y de todo corazón les digo, así da gusto ayudar. Una vez más felicidades a los organizadores y a los que siguen colaborando con los más necesitados. Capaz que este evento no aparezca en ningún libro de récords, pero lo que pasó ayer, al igual que eventos anteriores, tendrá trascendencia internacional y al Paraguay se le seguirá conociendo por su solidaridad.
